Durante la pandemia del coronavirus, en Medellín los residuos ordinarios se redujeron hasta un 10% y los desechos biosanitarios pasaron de 6,7 toneladas a 4,5 mensuales, debido al cierre de clínicas estéticas y servicios hospitalarios.
POR: HENRY AGUDELO
Pero al caminar por las calles es común toparse con tapabocas o guantes usados y dejados en la vía pública sin importar el riesgo que implican. Si los más de cinco millones de habitantes de la ciudad metropolitana usaran tapabocas desechable, cada mes se desecharían 75 millones de unidades.
La mayor preocupación es que la pandemia ha llevado al incremento de los domicilios y con ello, al consumo de plástico de un solo uso. El ser humano, incluso encerrado, es una especie que siempre genera contaminación.