¡No hay límites! Yesenia, la itagüiseña que ganó bronce en los paralímpicos de Tokio
Nació en Medellín pero creció y se hizo deportista en Itagüí. Sin importar su discapacidad visual, se dedicó al atletismo y desde hace diez años al lanzamiento de bala, jabalina y disco, con la que obtuvo anoche su medalla olímpica para Colombia. Esta es su historia:
PUBLICADO 31 DE AGOSTO 2021
Yesenia María Restrepo Muñoz salió a la pista del estadio de Tokyo y llegó hasta la grama para su lanzamiento de disco. Las cámaras la enfocaron a través de la malla, tenía los ojos cubiertos para evitar el paso de la luz. Yesenia hizo el giro y lanzó el disco que cayó tras recorrer una distancia de 36,11 metros.
La marca le permitió terminar tercera y llevarse la medalla de bronce en los Juegos Paralímpicos de Tokyo 2020 y continuar con su gran carrera deportiva que ya ajusta más de 20 años. Esta es la tercera participación de Yesenia en estas justas deportivas, en donde demostró que es una de las tres mejores deportistas con discapacidad visual del mundo.
Yesenia nació en Medellín, pero desde niña llegó al barrio Yarumito de Itagüí donde creció junto a su familia, pero también se hizo deportista. Inició como velocista en distancias de 100, 200 y 400 metros. Compite en atletismo adaptado y ha participado en diferentes modalidades, entre ellas relevo 4×100 metros, donde también ganó medalla de bronce en los pasados Juegos Paralímpicos de Río 2016.
Pero en 2010 conoció la modalidad de lanzamiento. “Ese años inicié con lanzamiento con impulsión en bala y luego en 2013 con disco y jabalina. Mi entrenador Luis Esteban Aguirre me dijo que me enfocara en el disco y yo confío mucho en él y gracias al trabajo he logrado varios triunfos nacionales e internacionales como la medalla de bronce en el Mundial y en los Panamericanos de Guadalajara”, dijo.
Esta itagüiseña de corazón, como asegura sentirse, es múltiple campeona nacional en lanzamiento jabalina, bala y disco. Pero anoche fue yo mayor logro: la octava medalla de bronce para Colombia en estas justas olímpicas y la demostración de que cuando hay ganas y disciplina, no hay barreras para cumplir los sueños.