Mueren ocho perros envenenados con matarratas en Itagüí


Alejandro Calle Cardona

Itagüí / enero 24, 2016

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A ocho asciende la cifra de perros que murieron envenenados en el barrio San Francisco, sur de Itagüí. Según los veterinarios que atendieron la emergencia, la sustancia letal fue un mata ratas. Habitantes y autoridades rachazaron el ataque y ya se investiga quienes serían los responsables.

Los habitantes del sector Balcones del Triana, no salen de sus asombro y tristeza, tras conocer que ocho de los perros que tradicionalmente paseaban por el barrio, fueron envenenados. La primera en llegar al centro veterinario La Vete fue una perra que se encontraba preñada y a pesar de los tratamientos por parte de los médicos, no pudieron salvarle la vida. Emma, una pequeña labradora negra de seis meses de edad, también murió como consecuencia del veneno que no cuenta con antídoto.

“A las 7:30 de la mañana de este sábado nos llegó el primer perro en schok y con la presión baja y a partir de allí nos llegan varios pacientes. A cinco de ellos tratamos de salvarles la vida, pero no fue posible, mientras que los otros tres llegaron sin signos vitales”, explicó Laura Vásquez Jaramillo, médica de la clínica veterinaria La Vete de Itagüí.

Según los dueños de las mascotas afectadas, encontraron rastros del polvo blanco y azul junto a trozos de tocineta y huesos en las zonas verdes, lo que llamó la atención de los caninos. Ante esto, la comunidad manifestó su preocupación puesto que asegura no conocer amenazas contra los animales.

El personero del municipio, Kenny Giraldo, rechazó este tipo de prácticas al considerar que van en contra de los animales y aseguró que ya adelantan las investigaciones, junto a las autoridades, para establecer quienes fueron los responsables del envenenamiento.

El funcionario del Ministerio Público recordó que ya existe una ley que castiga con penas de cárcel cualquier forma de maltrato animal. Por su parte, la médica vertinaria recomendó a los propietarios de mascotas siempre sacar a pasearlas con collar para tener control sobre lo que consumen en la calle y acudir a un centro médico si notan que el perro convulciona o saliba en exceso.

Foto: cortesía