Esta obra conectará las aguas residuales entre Caldas y la Ptar San Fernando y es clave para la salud pública de 110 mil habitantes del sur del Aburrá. Además, busca disminuir la contaminación del río Medellín. ¿Qué falta para que sea una realidad?

PUBLICADO 23 DE MAYO 2023

Caldas, un municipio en el extremo sur del Aburrá, con más de 80 mil habitantes y una industria creciente, estaba desconectado de la red de alcantarillado que lleva las aguas residuales a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) San Fernando. Esto era una herida abierta para el río Medellín e impactaba su paso por toda el área metropolitana.

Por eso, desde 2018 se concibió la obra del Interceptor Sur, una especie de autopista subterránea, paralela al río, que pretende llevar todas las aguas residuales de Caldas y de la zona rural de La Estrella a un destino donde serán tratadas. La inversión estimada ronda los 190 mil millones.

La ingeniera civil Karla Montoya Jaramillo, líder del proyecto, destacó que esta infraestructura de alcantarillado subterránea es necesaria para la recolección y el transporte de las aguas e implica una conexión con el Interceptor Occidental que finalmente las lleva a la PTAR San Fernando en Itagüí:

“Esto implica un aporte al desarrollo urbano, social y económico del sector. También contribuye a la consolidación de territorios sostenibles, brinda bienestar a los ciudadanos porque disminuye olores y filtraciones de agua, y reduce la contaminación del río porque para sanear hay que tratar las aguas residuales”.

La vocera explicó, además, que en esta primera fase del proyecto fueron 6.18 kilómetros de redes de alcantarillado nuevas y valoró que se recogieron 44 descargas de aguas residuales que iban a parar a quebradas como La Mandalay, La Mansión o La Valeria. Otras iban directamente al río Medellín.

La segunda fase del proyecto, agregó Montoya, está entre las etapas precontractual y contractual, y permitirá construir las redes que conectarán las aguas residuales de la primera etapa al interceptor existente para poder llevarlas al punto de disposición en San Fernando.

El saneamiento es clave

Lucelly Restrepo Suaza, presidenta de la JAC de Los Cerezos, un barrio de Caldas próximo al cauce del río, dijo que la obra ha disminuido de manera sustancial los olores y las plagas que afectaban a la comunidad:

“Teníamos muchas dificultades en problemas de salud y ambiental. El proyecto nos trajo mucha calidad de vida en nuestro sector, ya no se sienten tantos malos olores, se mitigó el tema de zancudos y moscas, y vemos que ha mejorado la calidad de vida de nuestros habitantes”.

Datos de EPM dan cuenta de que, a la fecha, más del 84 % de las aguas residuales generadas por los habitantes del área metropolitana son tratadas y devueltas al río Medellín en condiciones óptimas de saneamiento. Esa labor final ocurre en dos lugares del Valle de Aburrá: la PTAR San Fernando, en Itagüí, y Aguas Claras, en el municipio de Bello.