“Sabaneta cerró el 2015 con un hecho político sin precedentes en su historia electoral…disminuyó la abstención electoral y el alcalde fue elegido con casi el 60% del total de los votos, doce mil votos más que la alcaldesa anterior”.

Por: Alejandra Quirós Vélez

Socióloga y Magister en estudios urbano-regionales

Sabaneta cerró el 2015 con un hecho político sin precedentes en su historia electoral, eligió a  Iván Alonso Montoya Urrego como su alcalde con más de 19.000 votos. Como se muestra en la siguiente tabla hubo un importante aumento en la cantidad de personas que salieron a las urnas, disminuyó la abstención electoral y el alcalde fue elegido con casi el 60% del total de los votos, doce mil votos más que la alcaldesa anterior.

Histórico elecciones locales Sabaneta[1]

Este hecho cobra especial relevancia si se recuerda que su campaña tomó las banderas del cambio, que para los sabaneteños y las sabaneteñas se convirtieron en la opción más fuerte para alimentar la esperanza de que en Sabaneta si habría importantes ajustes en la manera de administrar lo público y de orientar el desarrollo territorial.

Durante el debate electoral, reforzado por una investigación realizada por el Área Metropolitana y Esumer, se insistió en que los peores problemas que tiene Sabaneta tienen que ver con asuntos físico-espaciales: equipamiento y espacio público, movilidad y transporte, contaminación ambiental, servicios públicos, originados entre otros asuntos por el crecimiento urbano acelerado y un “…proceso predador edificador.”[2]

Estos no son los únicos problemas de Sabaneta, pero sí los más importantes y sobre los que está cifrada la esperanza de un municipio que ha visto desaparecer sus mejores cualidades tras moles de ladrillo y cemento.

Así pues esta es una de las responsabilidades más importantes que afronta el nuevo Alcalde, que implica desde acciones de control juiciosas, hasta modificaciones en la normativa vigente, sin dejar de lado la inversión decidida en equipamientos y espacio público. En Sabaneta el cambio se llama crecimiento urbano planeado y equilibrado, asuntos que a todas luces no fueron prioridad en las administraciones anteriores.

*La opinión expresada en esta columna corresponde solo al pensamiento del autor.