Mitología griega y paisa, rostros étnicos, naturaleza, arte urbano y abstracto. Los trazos, formas y colores se tomaron las paredes de Envigado por cuenta de un puñado de artistas que convirtieron estos espacios en lienzos para dar a conocer sus realidades y concepción del mundo.

Cuando ‘Shamo’, artista envigadeño, inició hace seis años a pintar en los muros de su barrio El Dorado, lo tenía que hacer sin autorización, en la clandestinidad para evitar alguna represalia por parte de la Policía. Aunque trataba de elaborar figuras artísticas, en el municipio centenares de paredes eran llenados con toda clase de graffitis.

Por ello la Secretaría de Educación Municipal inició un programa de embellecimiento del espacio público de la mano de los artistas plásticos y urbanos. “Hicimos un pacto con doce muralistas y con una inversión de 200 millones de pesos para permitir que los artistas le dejaran un legado al municipio y quitarle espacio al vandalismo que estaban dañando todos los muros del municipio”, explicó Sara Cristina Cuervo, secretaria de Educación.

En el Parque Cultural Débora Arango se puede apreciar “La Creación” de Felipe Rodríguez, donde mezcla la historia bíblica y la teoría de la evolución de Darwin. Junto a ella, “La Madremonte”, del Shamo, recuerda nuestras creencias ancestrales. En el tramo de Metroplús aparecen las aves y los rostros de negros e indígenas.

Pero ha sido tal el impacto que la muralista suiza Mona Caron, pintó junto a otros artistas un gran mural frente al cementerio municipal por motivo del Cuarto Foro Mundial de la Bicicleta. El largo muro gris ahora inspira la imaginación de quien por allí transite y ratifica la apuesta por el arte urbano en Envigado, ese que se apoderó de ciudades como Medellín y Bogotá.

“Antes teníamos que pintar todas las paredes para que nos vieran, ahora convertimos a Envigado en una galería urbana internacional”, asegura Shamo.