El “milagro” del agua potable en un barrio de Medellín


Alejandro Calle Cardona

Medellín / octubre 15, 2018

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Poco a poco, la niebla gris se fue desvaneciendo. Al despejarse el día, se hicieron visibles las casas pequeñas, algunas de colores, que parecían puestas sobre la montaña, como versión encantadora de un pesebre navideño. Desde la parte alta del sector 1 del barrio La Honda, en Manrique, zona nororiental, Medellín se ve diferente.

POR CARMEN HERRERA

En los rostros de la gente había expectativa; algunos ayudaban con los preparativos, los jóvenes ensayaban el baile, las señoras permanecían asomadas por la ventana y los líderes se veían nerviosos porque querían asegurar las palabras precisas para agradecer. El ambiente era festivo y no era para menos: fueron más de veinte años de lucha para que esta comunidad contara por fin con los servicios de agua potable y alcantarillado.

Ese sueño se materializó justo la mañana del sábado 22 de septiembre, cuando hasta el lugar llegaron el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga, y el gerente general de EPM, Jorge Londoño de la Cuesta, para hacer la conexión de 108 viviendas, de las 1158 que en La Honda tendrán agua potable y alcantarillado, gracias al programa Unidos por el Agua liderado por ambas entidades oficiales.

“Sacar este programa adelante ha sido casi una obsesión para mí. Unidos por el Agua permite reducir desigualdades sociales, brechas que aún representan grandes retos para la ciudad. Esto se traduce en mejorar la calidad de vida de nuestra gente”, aseguró emocionado el alcalde de la ciudad.

La conexión de estos servicios también se hizo en dos instituciones educativas: el jardín infantil Fundación Mundo Mejor que atiende a cincuenta niños, y el jardín infantil Buen Comienzo Gente Unida Luz de Oriente, que cuenta con cien niños en atención institucional, con acompañamiento nutricional y psicosocial. Caso aparte fue la algarabía de los niños alrededor de una llave de la que pudieron tomar agua directamente. Hasta una poesía a una gota se escuchó en las palabras enredadas de un pequeño.

La mayoría de habitantes de La Honda son personas desplazadas que buscaron en las montañas de Medellín un poco de ese arraigo que alguna problemática social les arrebató en sus lugares de origen. Para ellos, tener agua en sus viviendas es algo increíble para sorpresa de muchos, porque la mayoría esto es tan cotidiano, tan normal que pasa desapercibido.

“¡Saber que la lucha de tantas personas no ha sido en vano…Tantas familias que se fueron sin ver esto realidad, ¡tantos líderes que partieron sin poder disfrutar esto!”, dijo con la voz entrecortada María de la Cruz Avendaño, minutos después de que les conectaran el servicio.

Momentos como estos los han vivido también otras familias ubicadas en los sectores más vulnerables y olvidados históricamente. Durante 2016 y 2017 a través de Unidos por el Agua se beneficiaron, 11326 hogares con los servicios de acueducto y alcantarillado en sectores como Altos de la Virgen, Olaya Herrera, Álamos, Carpinelo, Versalles, Villatina y Carambolas. La meta para este año es alcanzar 11.650 hogares y para 2019 atender a un total de 40.200 familias.

 

El SUEÑO DE HÉCTOR ABAD GÓMEZ

Como un homenaje a Héctor Abad Gómez, médico salubrista antioqueño, investigador en ciencias de la salud y defensor de los Derechos Humanos   asesinado el 25 de agosto de 1987, la Alcaldía de Medellín busca que Unidos por el Agua lleve su nombre. Abad Gómez fue un abanderado del tema y constantemente exigía agua potable para las comunidades más vulnerables.

“Queremos que este programa se llame Unidos por el Agua Héctor Abad Gómez, es un homenaje que hay que hacerle a él, a su familia, a su lucha”, explica el alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez Zuluaga.

Felicidad es una palabra precisa para describir la expresión de los rostros de los habitantes de La Honda al tener agua potable las veinticuatro horas. Mientras para la mayoría de personas en la ciudad el líquido hace parte del paisaje, para ellos era un milagro lejano en el que nunca dejaron de creer.

Como muestra de agradecimiento y en nombre de la comunidad, Sandra Sepúlveda Garzón, una de las líderes, con algo de nervios eso sí, les entregó al alcalde y al gerente de EPM; una manilla con el signo de infinito. Según ellos, es la manera como juntos dicen gracias, el agradecimiento eterno por el milagro de abrir una llave y ver salir agua potable.

 

UNA APUESTA POR LA LEGALIDAD

De manera paralela, la Administración Municipal trabaja en la legalización de algunos predios ante las curadurías, sin costo para los propietarios. Al final se entrega la licencia de reconocimiento y la vinculación de estos hogares a los servicios de acueducto y alcantarillado de manera legal.

En este sector, ochenta voluntarios de EPM, la EDU, la Alcaldía de Medellín y la Mesa del Agua —compuesta por líderes de la Honda—, fueron los encargados de hacer las conexiones y llevar información sobre el nuevo servicio. Con este programa se logra el mejoramiento integral de barrios, pues las obras de acueductos y alcantarillados se complementan con vías, trabajos de mitigación en terrenos de riesgo y urbanismo en zonas comunes.