El limbo de Babilonia


Alejandro Calle Cardona

Ciudad / diciembre 17, 2018

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Seis meses después de la evacuación del edificio Babilonia y casi dos meses de que la Alcaldía de Itagüí ordenara su demolición, aún se desconoce el futuro de la estructura que presenta, según los estudios, un evidente riesgo de colapso. Solo hasta enero se sabría la decisión final luego de los recursos presentados por las partes implicadas.

El 29 de junio pasado la alcaldía ordenó a las 36 familias que habitaban Babilonia a abandonar sus viviendas, luego de que se comprobara que el constructor estaba realizando intervenciones sin licencia a la estructura que presentaba fallas patológicas.

La arriesgada acción de la constructora Ruiz Sánchez y Asociados, según el secretario Jurídico de Itagüí, Óscar Muñoz, puso en riesgo a los habitantes a repetir incluso lo vivido en el edificio Space en Medellín. Ante esto la alcaldía inició dos procesos jurídicos y le ordenó al constructor contratar un estudio para determinar la condición de la edificación.

Dicho estudio fue realizado por el ingeniero Didier Arias y determinó que Babilonia presenta: deficiencia estructura integral, deficiencia en materiales de construcción, deficiencia en la bitácora constructiva (no contaba con los informes durante el proceso de construcción) y deficiencia en el seguimiento del proceso constructivo. Es decir, “el estudio concluyó que el edificio no da la sensación de seguridad suficiente ni siquiera para ser intervenido”.

¿Pero qué tan responsable son los municipios en el control? Según el secretario Muñoz, “el constructor debe tener un ingeniero residente en este tipo de proyectos. El Municipio entra en el control urbanístico, pero la norma dice que los municipios podrán hacer seguimiento pero no es obligación. Por eso es necesario el ensayo de materiales, tener la bitácora y el ingeniero residente. Lo que esto nos llevó fue a reforzar la capacidad de control urbanístico y ahora tenemos un especialista en patología para identificar las obras que presenten fallas”.

DEMOLICIÓN EN SUSPENSO

El pasado 6 de noviembre se ordenó la demolición del edificio, pero dicho proceso está suspendido por varias razones. El primero es que los propietarios demandaron al constructor por estafa; el segundo, un recurso de apelación por parte del constructor que aduce que se le vulneró el debido proceso; y uno final, una recusación también del constructor al Secretario Jurídico de la Alcaldía de Itagüí al considerar que debía declararse impedido en el proceso.

El alcalde León Mario Bedoya nombrará esta semana el reemplazo de Muñoz como representante de la Administración Municipal en el proceso que resolverá y definirá si la edificación definitivamente debe ser demolida o no. “En este punto se tendrá que dar otro recaudo probatorio para tomar definitivamente la decisión. Ha sido un proceso traumático porque el constructor perdió la voluntad de solucionar el problema y entró en la dinámica litigiosa”, expresó el funcionario.

Pero hay un punto adicional y es la intervención de la Fiscalía General de la Nación, tras conocerse las denuncias de la supuesta falsificación de las firmas de los diseñadores.

Solo hasta enero se conocerá si se ratifica o no la orden de demolición del edificio o si se permitirá la repotenciación. Mientras ello ocurre, la vía entre la estructura y el almacén Éxito permanece cerrada para evitar que la vibración del paso de los vehículos genere una emergencia.

El puesto de mando unificado, con bomberos y Cruz Roja, permanece en el lugar, y dos estaciones de monitoreo registran los movimientos que pueda tener Babilonia y en caso de ser necesario, ordenar la evacuación de las edificaciones cercanas. El 2018 terminará sin conocerse el final de esta historia, que reveló una vez más los problemas constructivos en el Valle de Aburrá.

POR ALEJANDRO CALLE CARDONA