La Institución Educativa El Rosario fue el primer plantel educativo de Itagüí que Andy, una pastora belga, recorrió junto a personal de la Policía para hacer “controles pedagógicos” y detectar a estudiantes que portan sustancias alucinógenas al interior de las aulas de clase.

Uno a uno, el canino ingresó a los salones, olfateó a los estudiantes y señaló a quienes posiblemente portaban alucinógenos. Al finalizar la jornada, la Policía halló dosis de marihuana, popper, ácido y de otras sustancias, en morrales y cartucheras.

En el salón de décimo grado, Andy rodeó a Santiago* y tras olfatearlo por varios segundos, se sentó frente a él. De inmediato sus compañeros comenzaron a lanzarle burlas, pero tras la requisa por parte de los oficiales, no hallaron nada.

“A mí me parecen buenos estos controles porque sirven para evitar que se consuman drogas y más en el colegio, aunque esto se ve es afuera, en los barrios”, relató el joven, propietario de una perro, razón por la cual Andy se acercó a él de manera insistente.

Al finalizar los procedimientos, Rafael Otálvaro, asesor de seguridad de Itagüí, habla con los estudiantes y los invita a no consumir drogas alucinógenas. “Estas jornadas las vamos a adelantar en todos los colegios porque queremos prevenir que nuestros jóvenes abandones sus estudios y terminen en una cárcel o consumidos por las drogas”, explicó

Los jóvenes detectados con alucinógenos recibirán acompañamiento por parte del Instituto Bienestar Familiar, la Secretaría de Educación y Personería Municipal, aunque esta última no acompañó el operativo.

Por: Alejandro Calle Cardona

@prensaciudadsur