Andrés, la historia del secretario de Sabaneta que inspira confianza


Alejandro Calle Cardona

Crónicas y reportajes / abril 17, 2021

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A sus 37 años y después de casi 20 haciendo trabajo social al lado de varios políticos locales, llegó a ocupar un cargo público y se convirtió en un ejemplo de lealtad, perseverancia e inclusión.  Es la primera persona con Síndrome de Down en Antioquia en ocupar un cargo público y la primera del país en estar dentro de un gabinete municipal.

ABRIL 17 de 2021 | Por: JULIANA VÁSQUEZ POSADA

Es viernes, diez de la mañana. Estoy en la Biblioteca Pública de Sabaneta, segundo piso, entrada del despacho del alcalde, esperando por una entrevista. El ascensor se abrió. Por la puerta salió él, sonriente –se le notaba en los pequeños ojos a pesar de que su rostro estaba cubierto por el tapabocas– y cogido de la mano de una mujer joven y muy bella. Era su sobrina, me dijo con tono muy orgulloso.

Llegó vestido como se viste un ejecutivo para ir un viernes a la oficina: camisa de manga larga, jean, correa, zapatos cafés. Las uñas limpias y con esmalte transparente, y unas gafas de lente grande y marco fino dorado que le hacían juego con la pinta. “Demasiado impecable”, pensé.

Él es Andrés Felipe Arroyave Valencia. Soy el Secretario de la Confianza de Sabaneta, se presentó. “Un puesto inventado”, dirán muchos. Es un cargo nuevo, sí. Pero no es un cargo sin sentido. “Andresito”, como le dicen sus amigos y compañeros de trabajo, es la primera persona con Síndrome de Down en Antioquia en ocupar un cargo público, y la primera del país en estar dentro de un gabinete municipal. Y no llegó a la Alcaldía por azar, ni por ser amigo del alcalde.

Detrás de este nombramiento hay toda una historia de amor por el trabajo social y comunitario, llena de constancia, disciplina, superación de barreras culturales, crecimiento personal, autoconocimiento y vinculación con muchas otras personas que, como él, tienen necesidades especiales o están en situación de discapacidad cognitiva.

“Yo llego todos los días a las 7 y 20 de la mañana y trabajo hasta las 5 de la tarde. Ahí en mi puesto saludo a todas las personas que llegan a visitar al alcalde, los recibo y los acompaño al despacho”, explica Andrés cuando le preguntan qué hace un secretario de la confianza.

“Él siempre ha sido un hombre muy político, le encanta el trabajo social, la calle, la comunidad. Donde hay una reunión, donde hay gente, él siempre quiere estar ahí”, dice Estefanía Muñoz, su única sobrina, pero también su amiga y “contrincante” política.

Andrés ya tiene una rutina diaria que solo rompe por situaciones excepcionales. Se levanta a las 6:15 a.m., se baña, se viste, desayuna y llega al trabajo a la misma hora. Todos los días. Le gusta ser constante y disciplinado, dos aptitudes que desarrolló desde niño al lado de su hermana Francia, a quién acompañó por varias ciudades del país mientras ella hacía carrera militar en el Ejército Nacional. “El hacía formación conmigo, le tocaba madrugar y acompañarme a jornadas con la comunidad. Mis compañeros le decían el ‘sargento Arroyave’”, dice ella.

Su infancia y su adolescencia la vivió como cualquier otro niño o joven de su edad. Estudió hasta al grado noveno en una institución educativa pública de su municipio, en jornada regular y con compañeros que no tenían discapacidades cognitivas.

Para él, tener Síndrome de Down nunca significó una barrera, al contrario, se convirtió en una oportunidad para hacerse popular y llamar la atención de la comunidad. Pronto terminó involucrado en proyectos sociales para generar espacios culturales y de fomento artístico para niños y niñas con necesidades especiales, “porque me gusta trabajar para que seamos incluyentes”, dice con orgullo mientras porta su carné que lo acredita como secretario.

De la calle a la administración pública

Andresito se convirtió en un personaje reconocido en Sabaneta, no solo por ser la cara de la administración ante la comunidad, esa persona dulce y cálida que se encarga del primer contacto entre quienes visitan el despacho municipal y el alcalde, sino porque desde su juventud estuvo vinculado con movimientos sociales y políticos.

En las pasadas elecciones, por ejemplo, tuvo que elegir entre apoyar a su sobrina en su campaña al Concejo Municipal o mantenerse de lado de su partido, el Liberal. “Ella sabe que yo la quiero mucho, pero aunque éramos familia, yo no podía apoyarla porque ella es del Centro Democrático y yo siempre he tenido mi partido y así es la política”, me explica mientras le sonríe a Estefanía como ofreciéndole una disculpa por mantenerse fiel a sus principios y a sus creencias políticas, aún por encima de los lazos de sangre.

Lealtad. Esa es la palabra con la que muchos de sus amigos definen a Andrés, un hombre al que se le nota a simple vista su vocación de servicio, su cordialidad y su capacidad para hacer amigos, cualidades que vio el alcalde Santiago Montoya y quien sin pensarlo dos veces le dijo durante los primeros días de su administración: “Andresito yo quiero que vengas a trabajar conmigo, quiero que seas mi Secretario de La Confianza”.

Para su familia y sus amigos más cercanos este nombramiento representa un triunfo para las personas con discapacidades cognitivas. Andrés y su trabajo han ayudado a visibilizarlas y a demostrar que están preparados, que merecen y necesitan tener, como cualquier otra persona, un espacio en la sociedad y oportunidades laborales en diferentes sectores, incluyendo el público.

Pero no fue solo su cargo en el gabinete municipal lo que lo volvió alguien muy popular y conocido en Sabaneta. “Él no se queda quieto, además de este trabajo hace muchas otras cosas y ahora quiere ser emprendedor”, agrega su hermana Francia.

Como buen relacionista, quiere moverse entre las personas de mayor influencia y aprovecha su carisma para lograr obtener los contactos de los funcionarios más importantes que llegan al despacho de su jefe y luego pide foto para la posteridad. Pero no se queda con ninguna, son para el visitante.

Andrés es, además, profesor de zumba, una práctica que aprendió hace unos años durante una corta estadía en Orlando, EEUU y que hoy realiza a través de videos que sube a sus cuentas de YouTube y Facebook. También trabaja en el club de chalanería La Bolita, donde acompaña a niños y niños mientras aprenden a montar a caballo o realizan equinoterapia y, recientemente, se unió a la red Social Economics Networkers, un modelo de negocio multinivel y de venta directa en el que la oportunidad de hacer negocios está en ser distribuidor o invitar a otras personas a unirse a la red de marketing para comercializar los productos de la plataforma 4life, que tiene líneas como cuidado personal, cuidado para la piel, bienestar y nutrición, esta última popularmente conocida como los productos de factores de transferencia.

Su secretaría es la más austera. No maneja presupuesto ni tiene funcionarios a su cargo, pero es una de las personas más cercanas al alcalde. “Lo que más me gusta de este trabajo es que puedo hablar con la gente y que mis compañeros me apoyan y me quieren mucho”, dice mientras se sienta en su puesto de trabajo y posa para una fotografía, como todo un secretario de despacho.

 


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