Alcaldía de Caldas se cae a pedazos

La antigua y colonial construcción levantada por Bonifacio Ángel en 1897 ubicada en una esquina del parque principal de Caldas se está cayendo a pedazos. Un informe de la Dirección de Gestión de Riesgo reveló el grave estado estructural que obligaría a su demolición, pese a que promotores culturales se oponen debido a su valor histórico.
La edificación de tapia pisada fue vendida por su propietario en 1944 al gobierno municipal y allí funcionan desde ese entonces la Alcaldía y diferentes entes municipales como el Concejo. Pero desde hace algunos años, los funcionarios y habitantes que la frecuentan padecen su mal estado. Pisos sueltos, escalas débiles, techos y paredes fracturadas, ponen en riesgo no solo la estructura sino la vida de quienes trabajan y visitan la casa más antigua del municipio.
La situación se hace más compleja cuando llueve, cosa que es recurrente en el municipio considerado como “cielo roto”. Ante esto, la Unidad de Gestión del Riesgo de Desastres del Área Metropolitana del Valle de Aburrá practicó una visita de inspección solicitada por la propia Alcaldía.
Según el informe técnico firmado por el ingeniero civil Juan David Moreno, la estructura del edificio está basada por un sistema de muros de carga en tapia pisada sin elementos de concreto reforzado “y las cargas verticales y horizontales son resistidas por los muros de carga, que tienen un comportamiento frágil y de mínima disipación de energía”.
Pero el reporte va más allá y advierte que dentro de las lesiones más representativas se encuentran: el deterioro del sistema de cubierta, deformaciones en la losa de entrepiso, deformaciones y dilataciones en los muros de tapia, ausencia de cimentación, irregularidades en planta y en altura, falta de protección contra la humedad, fallas en las instalaciones eléctricas e hidrosanitarias, en la estructuración de cubierta, y hasta extintores vencidos.
Es decir, la sede de la alcaldía de Caldas presenta un riesgo inminente y aunque el informe advierte que la solución pueden ser la rehabilitación o reforzamiento o en su defecto de demolición y construcción de una nueva sede, cualquiera que se tome debe ser de manera inmediata.
Ante esto, el alcalde Carlos Durán decidió que la mejor alternativa es la demolición de la casa consistorial y utilizar esos terrenos, así como los de la antigua cárcel municipal y otros aledaños, para levantar una nueva edificación.
“Son más de 300 funcionarios que están en riesgo diariamente sin contar la comunidad. Por eso, en julio todos los funcionarios se trasladarán a la institución educativa Joaquín Aristizábal, mientras se adelanta el proceso de demolición y construcción de una nueva sede”, explicó.

La construcción data del año 1897 y es la más antigua del municipio. Colectivos culturales se oponen a su demolición.