Los tesoros del Humedal Ditaires, a punto de ser protegidos


Alejandro Calle Cardona

Itagüí / febrero 10, 2019

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El Humedal Ditaires es quizá el único tesoro verde con el que cuentan los habitantes de Itagüí, además del Pico Manzanillo. Allí habitan 71 especies de aves, 175 de flora, 6 de mamíferos y 2 de anfibios, además de un gran recursos hídrico, por lo que colectivos y organizaciones ciudadanas reclamaron su protección como área protegida, proceso que ya está a punto de terminar.

El sueño del filántropo Diego Echavarría Misas de convertir su finca en un gran jardín botánico podría verse concretado, o por lo menos, avanzar en su protección ante la gran amenaza de los proyectos urbanísticos que aumentan en el sector y la falta de cultura ciudadana.

La finca consta de 22 hectáreas, de las cuales solo quedan 12 sin intervención. En 1987 el predio fue adquirido por el Municipio a la Sociedad San Vicente de Paúl, la cual lo había recibido en donación por Echavarría Misas. A partir de allí Ditaires fue loteado y poco a poco fueron apareciendo las construcciones que se sumaron a la antigua casa de su dueño donde actualmente funciona la Casa Museo Ditaires, y la Casa de la Cultura donde residía el mayordomo.

El estadio, el aquaparque, la pista de bicicrós, el colegio Alemán, el Cubo, la cancha Santa Ana y otras intervenciones, fueron reduciendo el tamaño de lo que hoy podría ser un gran pulmón verde. Sin embargo, la infraestructura construida garantiza una gran oferta deportiva y recreativa a la comunidad, otro de los propósitos de la familia Echavarría Misas.

Riqueza del humedal

El gigante verde, un Lecythidácea, da la bienvenida al humedal. El frondoso árbol conocido como olla de mono y ubicado entre la Casa Ditaires y el Cubo, es originario de las selvas del Atlántico brasileño y único de su especie en el Valle de Aburrá, gracias a que don Diego lo trajo tras uno de sus tantos viajes.

Pero al adentrarse al humedal la riqueza es incalculable. Guaduales, 365 árboles, dos quebradas: La Sardina y La Muñoz, hacen de este lugar la casa de cientos de insectos, ardillas, iguanas, zarigüeyas y aves migratorias; además de brindar oxígeno puro a esta contaminada zona del sur del Valle de Aburrá.

Al caminar entre el humedal el cantar de pájaros acompaña el recorrido por el sendero que en algunos tramos se cruza con una improvisada pista de down hill construida por gomosos de la bicicleta, pero que en ocasiones pone en riesgo a animales y caminantes. El sonar de las quebradas y sus aguas cristalinas hacen de este lugar un ecosistema húmedo y un paraíso para las especies que lo habitan, e incluso para los perros que lo visitan y juegan en el pequeño caudal.

Pero los visitantes dejan su huella a lo largo del humedal. Basuras, fogatas, neveras, sillas, botellas de plástico y decenas de residuos más, contaminan ese hábitat urbano.

Camino a la protección

El 23 de septiembre de 2016, el alcalde León Mario Bedoya le entregó al director del Área Metropolitana, Eugenio Prieto, la documentación que sustenta la necesidad de declarar como área protegida el humedal y así garantizar la preservación los recursos naturales y la conexión ecológica entre Ditaires la cuchilla del Romeral y el Pico El Manzanillo, interrumpida por los asentamientos urbanos. Ambos ecosistemas hacen parte del Distrito de Manejo Integrado Divisoria Valle de Aburrá- Río Cauca.

“Desde hace varios años hemos trabajado en la documentación de la riqueza del humedal y en la importancia de protegerlo. Aunque en 2012 al parecer fue archivado, hoy valoramos que se tenga la voluntad de conservarlo”, explicó Edwin Bermúdez, de la Corporación Cipas, una de las organizaciones sociales aportantes del proceso que podría terminar a mediados de este año.

Por su parte el subsecretario de Medio Ambiente, Luis Arturo Guarín, indicó que se espera que con la declaratoria del humedal como área protegida, se pueda acceder a recursos para garantizar su protección y la apropiación de la comunidad a través de senderos ecológicos, programas de prevención de desastre y reforestación.

“Es importante porque le da herramientas a la Alcaldía para proteger uno de los últimos pulmones urbanos ambientales que presta servicio al municipio como aire protección flora y fauna y espacio efectivo a la población. Además, el humedal ayuda al municipio en la mitigación de la contaminación atmosférica a través de la retención de material particulado”.

Se espera que en poco tiempo el humedal de Ditaires se convierte en otra área protegida del Valle de Aburrá y se sume al ecosistemas del sur de la región y evitar así que sea consumido por la presión urbanística y el auge constructor.

Alejandro Calle Cardona

periodicociudadsur@gmail.com

Fotos: Edwin Bermúdez