El himno colombiano sonó en los Campos Eliseos de París. La bandera tricolor estuvo en lo más alto y un hijo de esta tierra fue coronado como el campeón del Tour de Francia, un sueño que inició hace más de 35 años. Egan Bernal, con solo 22 años, se convirtió en el primer latinoamericano en lograr la hazaña para orgullo de todos. Esta es la historia de los escarabajos en Francia.
POR: DEPORTES CIUDAD SUR
Colombia ha sido tierra de ciclistas, y la gran historia colombiana la abrió, por allá en 1951 un zipaquireño, Efraín Forero, en su cabeza gestó la idea de hacer la Vuelta a Colombia, una carrera de 1157 kilómetros y 10 etapas, que el mismo “Zipa” Forero ganó. En su cabeza no estaría que Colombia se convertiría en una potencia mundial de este deporte, una potencia con una relación de amor y odio con la carrera más importante del mundo, el Tour de Francia.
El primer colombiano en correr el Tour de Francia fue Martín Emilio Cochise Rodríguez, el antioqueño, que se destacaba como un gran pedalista en la pista y en la ruta, corrió la edición de 1975, luego de haber ganado cuatro Vueltas a Colombia (1963, 1964, 1966 y 1967), allí ocupó el puesto 27 en la general, abrió el camino.
El primer equipo netamente colombiano en la ronda gala fue el Colombia – Pilas Varta, allí bajo la dirección de Rubén Darío Gómez y la asesoría de “Cochise” Rodríguez corrieron Samuel Cabrera, Édgar “Condorito” Corredor, Alfonso Flórez, Alfonso López, Cristóbal Pérez, Abelardo Ríos, Julio Rubiano, Rafael Tolosa, Fabio Casas y José Patrocinio Jiménez. Corredor y Jiménez fueron los más destacados.
Esta carrera fue una pesadilla al principio para los colombianos, que tuvieron que aprender a rodar a alta velocidad en el llano, lo mismo en los descensos, además rodaron por primera vez en el pavé, y un total de 238 kilómetros en contrarreloj. Luego de padecer y aprender, Corredor y Jiménez alcanzaron estar entre los 10 primeros lugares de cinco etapas, las 10, 15, 17, 18 y 19, además Patrocinio Jiménez fue segundo en la clasificación de la montaña, camiseta que portó por 18 días.
Pasarían 81 años, 71 ediciones para que un colombiano ganara la primera etapa del Tour de Francia. Fue Luis Alberto Herrera, “Lucho” dio cátedra en el puerto más conocido del ciclismo mundial, el Alpe d´Huez. Allí dejó atrás a Bernard Hinault, Lorent Fignon y Greg Lemond, entre otros, para levantar los dos brazos luego de 223 kilómetros aquel lunes 16 de julio de 1984, Herrera subió en solitario las 21 míticas curvas en herradura de este puerto, y su nombre quedó inscrita en la número 12.
Después han llegado más victorias, otras dos de Lucho Herrera en el Tour de 1985, al igual que una de Fabio Parra en esa edición, Parra ganó la undécima fracción del 88, edición en la que Colombia se subió por primera vez al podio final de la carrera más importante del mundo. Parra fue tercero, a 9 minutos y 58 segundos del español Pedro Delgado. En los noventa hubo tres victorias: Oliverio Rincón en la décima quinta etapa de 1993, Nelson Rodríguez en la 17 de 1994, y José “Chepe” González en la undécima de 1996.
En el nuevo siglo Colombia empezó mostrando clase, y anunciando lo que se venía. En el año 2000 el antioqueño Santiago Botero ganó la novena etapa, pero no una fracción en línea, fue un contrarreloj individual de 55 kilómetros entre Lanester y Lorient, esta fue la primera victoria de un colombiano en una prueba de este tipo, una especialidad dominada por europeos. Botero ganó también la décima tercera de esa edición, y dos años después ganó la décimo quinta etapa. Félix Cárdenas ganó la duodécima del 2001, Mauricio Soler la novena del 2007.
Pero entre estas victorias pasó algo histórico, el miércoles 9 de julio del 2003 se corrió la cuarta etapa, un contrarreloj por equipos de 69 kilómetros entre Joinville y Saint Dizier. El Team US Postal Service se quedó con la victoria de la etapa, y el colombiano Víctor Hugo Peña, quien cruzó cuarto, se montó al primer lugar de la general y se convirtió en el primer colombiano en vestirse de amarillo. Lo hizo por tres días, incluso asustando a su compañero y jefe de filas Lance Armstrong, a la postre campeón de ese Tour, quien veía al colombiano fuerte para pelear el título. Pero Peña fue leal, un gregario de lujo como siempre se han caracterizado los colombianos, e incluso se le vio, vestido de amarillo, bajando al vehículo de su técnico por líquido y comida para sus compañeros.
Y en la segunda década de este siglo apareció la generación dorada del ciclismo colombiano, a asaltar el ciclismo mundial, y a buscar en el Tour el escenario ideal para mostrar que el ciclismo nacional está, que nunca se ha ido, y que quiere más. Nairo Quintana llegó al Tour del 2013 como gregario de Alejandro Valverde, en la etapa 13 el español pinchó, y el boyacense asumió el comando de su escuadra, ganó la etapa 20 en Annecy Semnoz, donde confirmó el segundo lugar en la general, el título del mejor joven de la carrera y el campeón de la montaña. Segundo podio para el país.
El sueño amarillo de Nairo Quintana se empezó a construir, pero no se pudo consolidar. Nairo volvió a subir al podio como segundo en el 2015 y en el 2016 como tercero, en el 2017 el turno del podio final fue para Rigoberto Urán, quien terminó segundo, detrás de Chris Froome y que ganó la novena etapa en Chambéry, con los cambios de la bicicleta trabados en un embalaje con Bardet, Barguil y el británico. Y se destaca también la victoria en Culoz, en la etapa 15 del Tour del 2016 de Jarlinson Pantano.
En el 2018 Colombia abrió otro camino en el Tour, en la primera etapa se impuso Fernando Gaviria, el velocista de La Ceja, y se vistió de amarillo. Así el país empezó a demostrar que nuestros ciclistas no son solo escaladores, una legión de embaladores empezó a salir del país, Álvaro Hodeg, Nelson Soto y Juan Sebastián Molano siguen los pasos del segundo colombiano que se vistió de amarillo. En ese Tour, el del 2018, el primero que ganó Geraint Thomas, el sexto que en siete años ganaba el Sky, debutó Egan Bernal en las Grandes Vueltas, allí fue el gregario de oro de Thomas y Froome, su actuación en el Alpe d’Huez fue impresionante, seleccionando el grupo de los mejores a 11,8 km de la meta había 21 corredores, trabajó hasta faltando 4,5 km y solo quedaron seis.
En el 2019 tres colombianos llegaron como favoritos y líderes de sus equipo, Rigoberto Urán, Nairo Quintana y Egan Bernal, con 22 años. Bernal iba a ser el líder de su equipo, INEOS, para el Giro de Italia pero una caída y fractura de clavícula a falta de una semana le cambió su calendario y sus objetivos. Froome, quien iba como líder se cayó en la Vuelta a Suiza, y Egan subió en el escalafón en su equipo segundo líder, detrás del último campeón Thomas.
Y en la carrera Egan fue inteligente, siempre adelante, moviéndose bien en los cortes, siempre adelante en la montaña, desde temprano asumió la camiseta del mejor joven. Thomas estuvo delante de él en la general, y aún con más distancia luego de la contrarreloj de la etapa 13. Pero Egan fue paciente y esperó su momento, en la etapa 19 con el ascenso al Col de I’Iseran el puerto más alto de todo el Tour.
Egan Bernal es el tercer corredor más joven en la historia del Tour en ser campeón de esta carrera, y con solo 22 años podría empezar una nueva era en la que un colombiano domine la ronda gala, como lo hicieron Anquetil, Merckx, Hinault, Induraín o Froome. Egan Bernal, de Zipaquirá, el primer colombiano en ganar el Tour de Francia, en demostrar que ganar carrera más importante del mundo para un colombiano es posible, como lo soñó su coterráneo, Efraín Forero, por allá en los 50’s, y que por esto pensaban que estaba loco, así, que los locos de Zipaquirá, nos sigan llenando de sueños y alegrías.
Fotos: Tomadas de Internet