Casi un milagro: así se salvó Envigado FC de jugar en la B


Alejandro Calle Cardona

Crónicas y reportajes / octubre 30, 2019

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Miércoles 23 de octubre, estadio Atanasio Girardot. Envigado caía ante Atlético Nacional por uno a cero en la fecha 19 de la Liga y el fantasma del descenso acechaba al equipo naranja. Al minuto 92 Yeison Guzmán filtró un pase para Cristian Arrieta, que ingresó al área donde fue derribado por Daniel Muñoz. Al cobro se paró Alexis Zapata, un tiro al palo derecho de José Fernando Cuadrado que tocó el balón, pero que ingresó marcando el empate. Celebración de rodillas y un respiro.

POR: DEPORTES CIUDAD SUR

Jueves 24 de octubre, estadio Metropolitano de Techo en Bogotá. Al minuto 32 de juego Carlos Peralta convirtió una pena máxima en gol, venciendo a José Huber Escobar, portero de Jaguares. Peralta, formado en Envigado le daba la victoria a su equipo, pero también la tranquilidad numérica al naranja de permanecer en la primera categoría. Ese mismo día, en el Estadio Sierra Nevada, al minuto 95 Sherman Cárdenas centró al área, y allí cabeceó Camilo Mancilla, el defensa central de los “búcaros” sentenció la victoria sobre los samarios. Mancilla, ex Envigado hizo la mejor jugada en favor de los naranjas, la que no hizo cuando vistió su camiseta en 33 partidos.

Así, a falta de una fecha, Envigado esquivó la pelea por la permanencia y enfrentó al Cali con la tranquilidad de solo tener que pensar en el proyecto del 2020. En el 2019 Envigado apostaba desde el inicio a buscar meterse en los cuadrangulares semifinales, y al finalizar el año estar en la pelea por un cupo a torneo internacional. Pero ni lo uno ni lo otro, el fantasma del descenso reapareció, e hizo recordar a los hinchas el año doloroso en que se descendió, el 2006, y el buen 2007 que, con figuras como James Rodríguez, Ormedis Madera, Giovanni Moreno y Dorlan Pabón, conquistó los dos torneos de ascenso y regresó a la A.

Igualmente esa poca hinchada recordó la lucha por la promoción en el año 2010. Ese equipo dirigido por Pedro Sarmiento venció a Pasto un gol por cero en Nariño, con un golazo de la nueva promesa de la mejor cantera del país, Juan Fernando Quintero. En el partido de vuelta, goles de Weimar Olivares y Carlos “Chumi” Álvarez sentenciaron la serie. En ese mismo juego, Quintero salió lesionado, fractura de tibia y peroné tras una brutal patada de Germán Mera.

Envigado comenzó el 2019 con ilusión, Eduardo Lara tuvo la oportunidad de entrenar el equipo desde la pretemporada. Dos juveniles partieron: Duván Vergara a Rosario Central de Argentina e Iván Angulo a Palmeiras, y junto a ellos otros ocho jugadores que no colmaron las expectativas. Llegaron cinco hombres, el paraguayo Francisco Báez, los volantes Jairo Palomino y Bruno Moreira, así como Jesús Martínez y Brayan Lucumí.

DEL INFIERNO AL PURGATORIO

En el descenso 2019 empezó en el puesto 17 con 90 unidades, solo dos puntos por arriba de los recién ascendidos Cúcuta y Unión Magdalena.

El equipo nunca se encontró. Jugaba bien, manejaba la pelota, pero le faltaba un goleador certero que concretara las opciones. De la Rosa no estaba fino y el esquema del equipo no se adaptó a sus condiciones. Un ejemplo claro fue el partido ante Medellín en la fecha 11. Envigado llegó en 26 ocasiones al arco de David González y tuvo 11 remates directos, Medellín tuvo solo ocho, y ganó cuatro a uno. El Naranja solo alcanzó a ser octavo en las fechas 9 y 10, ahí empezó en caída libre hasta el puesto 17 para cerrar en la décimo tercera casilla a seis puntos del octavo.

En el segundo semestre el panorama para Envigado no era diferente en el tema del descenso, Alianza Petrolera era colero con 111 puntos, seguido por Rionegro con 112 y el Naranja estaba en el siguiente puesto con 114. La tabla estaba bastante apretada, pues entre Envigado y Bucaramanga había seis equipos y solamente 12 puntos de diferencia.

Lara continuó en el equipo, a pesar de los rumores que lo ponían en Panamá o en otros equipos colombianos. Del equipo salió Neyder Moreno a Nacional, Jefferson Martínez a Millonarios y Wilfrido de la Rosa a Pasto, así como otros jugadores, principalmente suplentes. Llegaron hombres de experiencia como el arquero uruguayo Ernesto Hernández, el defensa Humberto Mendoza, Luis Tipton, Wilmar Jordan y Arley Rodríguez, además, en el transcurso del torneo se sumaron Jonathan Estrada y Yamilson Rivera.

Los dirigidos por Lara tuvieron un arranque que ilusionaba, en las primeras cinco fechas sumó tres victorias, una de ellas como visitante ante Millonarios, un empate y una derrota. Y de ser segundo empezó a caer. En la fecha nueve salió de los ocho primeros lugares y nunca más volvió a entrar. A la preocupación de estar cada vez más cerca de la disputa por la permanencia se sumó la renuncia de Eduardo Lara. El técnico vallecaucano nunca le encontró la forma al equipo y algunos de los refuerzos no dieron la talla.

Humberto Mendoza empezó siendo sólido y seguro, pero se desfiguró en su labor, perdiendo la mayoría de duelos en velocidad. Ernesto Hernández mostró seguridad en muchos juegos, pero para ser un portero de experiencia, no marcó diferencia y de los nueve partidos que disputó solo sacó un arco en cero y recibió 15 goles. Tipton y Jordan no mostraron los años como profesionales y se vieron superados por canteranos que se habían ido al banco tras su llegada. Otros hombres como Estrada y Rivera vieron más acción con Arastey, técnico español que asumió como interino y que logró salvar la categoría.

Puntos destacados merecen otros jugadores. Alexis Zapata mostró la jerarquía que le ha dado el paso por el fútbol internacional. Se echó el equipo al hombro, mostró seguridad, anotó goles y fue socio de todos. Guzmán, por su parte, mostró chispazos de su talento. Si bien ha sido uno de los nombres que viene sonando, ya suma casi 90 partidos y en muchos no marca diferencia, ni por talento ni por actitud.

Jairo Palomino llegó y mostró la clase de un jugador de su recorrido, lideró desde atrás y aportó ofensivamente anotando goles. Francisco Báez fue tal vez el mejor refuerzo extranjero de los últimos años, rendidor, juicioso en su posición, con gol y carácter, igualmente George Saunders, que aunque suma varias expulsiones, es el jugador con más entrega en el equipo, que nunca niega la disputa de un balón o una gota de sudor.

Envigado no cambiará su vocación, que es formar jugadores y ayudarles a cumplir el sueño de ser profesionales, ir a los equipos históricos del país o incluso al exterior, pero si deberá recomponer el camino. Muchos jugadores, incluso juveniles, se relajan cuando son titulares y no tienen competencia alta en su posición, y muchos refuerzos que llegan al club no han marcado la diferencia que deberían. Vender será más fácil y podrá hacerse a mejores precios cuando se compita por lo alto, con mejores resultados y mejor fútbol.

 

 

Fotos: Juan Andrés Restrepo @JUA11AN


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