Cada fin de semana era sagrado el viaje a Medellín. Tomar el tren en la estación de Envigado y llegar hasta Guayaquil, ahí donde hoy ahora está la Plaza de la Luz. Abraham Lotero Sánchez hacía el viaje para vender una de las prendas que con los años se volvió orgullo antioqueño, el carriel.
POR ANDRÉS VELÁZQUEZ
Del origen del guarniel —nombre con el que también se conoce—poco se sabe, aunque se dice que los arrieros paisas copiaron una talega inglesa (“Carry all”-cargar todo- de ahí el nombre). Lo que sí asegura y defiende a ultranza Javier Romero Arango, presidente de la Corporación Fiestas del Carriel (Corcarriel), es que la prenda es más envigadeña que la tradicional empanada.
—En la Guarnielería de Envigado fue donde se hicieron los primeros carrieles en la Ciudad Señorial. La fundó Abraham Lotero, primer fabricante de carrieles en el municipio. La guarnielería estaba ubicada donde hoy está el centro comercial Las Ceibas, antiguamente Las Granjas. Allá en el centro los vendía a toda Antioquia, incluso en este texto habla de que el carriel colonizó antes de 1947 al Quindío, que hacía parte de Antioquia la grande.
El libro, “Monografía de Envigado” de Sacramento Garcés, recoge hechos históricos en los que se da el recuento de las primeras ‘Fiestas del Carriel’ en la localidad. Ese es uno de los argumentos de Romero para defender la pertenencia de esta prenda como nacida en el municipio. “Esta es una historia muy creíble que está escrita en este libro de 1964, como ve las páginas, yo lo tengo muy ajadito”, cuenta.
Allí, en uno de los puntos donde hace más énfasis el Presidente de Corcarriel es en la carta enviada el 18 de agosto de 1946 por el envigadeño Hernán Garcés Uribe al periodista Bernardo Jaramillo Correa: “Con motivo de la reciente celebración de la Fiesta del Maíz en Sonsón, se me ha ocurrido una idea que quiero comunicar a Ud. que ha sido abanderado de toda buena iniciativa. ¿Por qué en Envigado no se celebra anualmente la Fiesta del Carriel? Envigado ha sido, hablando antioqueñamente, “La Mata del carriel”. Aquí se fabrican los más finos y de mejor calidad y nuestros hábiles talabarteros mantienen abastecidos los ya escasos mercados del artículo. Y nada, creo que yo, simboliza mejor nuestra raza antioqueña que el tradicional Carriel que va cayendo en desuso” (sic).
Las fiestas
—Mi abuelo Abraham Lotero Sánchez, él a principios del siglo pasado se dio a la tarea de sacar adelante la industria del carriel junto con los hijos, montaron la Guarnielería de Envigado y fabricaban los primeros carrieles. Castor María Arango Díaz, el papá de la pintora Débora Arango, era quien le suministraba la materia prima. En algunas épocas ha habido una idea equivocada de que el carriel es de Jericó y no es así, es que hubo una familia jericuana que se radicó en Envigado, les gustó el tema, lo llevaron a ese municipio y quedaron aquí como con raíces, pero el carriel siempre lo hemos sostenido de que surgió en Envigado.
La afirmación la hace Iván Darío Valencia Lotero, nieto de Abraham. Su madre es quien le ha compartido el historial guarnielero de la familia, el mismo que alcanzó renombre y que luego se aprendió en otras localidades. Abraham trabajó con sus hijos hombres en la empresa familiar y contrató a unas pocas personas adicionales que trabajaron en la elaboración de la prenda de doce bolsillos, donde se guardaban documentos, el pañuelo, la barbera, una imagen del divino niño, un naipe y hasta las herraduras.
—Los primeros carrieles se hicieron con piel de nutria —cuenta Valencia —y con una característica especial, que no había maquinaria, todo era manual, eran carrieles hechos a mano. Cada carriel era original, era hecho cada uno distinto a otro.
Aunque la prenda ha entrado en desuso, es la que se convirtió en el emblema para las fiestas de la ciudad señorial. Las mismas se realizaron por primera vez en 1951, dejaron una ganancia de 16.500 pesos con lo que se construyó la Biblioteca José Félix de Restrepo y se compraron los primeros libros. En años posteriores la fiestas se celebraron, pero dejó de hacerse hasta que en el año 2000 se realizaron de nuevo, luego del acuerdo municipal 017 de 1999 que estableció la celebración de las Fiestas del Carriel.
Envigado por estos días celebra la Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel. Serán diferentes actividades en las que se resaltarán las tradiciones antioqueñas, las del municipio, en ellas el carriel será protagonista.
Romero asegura que la cruzada que adelanta para recuperar la memoria y la tradición del carriel es una tarea importante, “para nosotros lo más importante es la tradición, por eso con el Sena llevamos dos años fabricando carrieles, siete bolsillos al aire y cinco secretos con los colores de Envigado, Antioquia y Colombia. Vamos a hacer el museo del carriel en Envigado, ya tenemos varios carrieles donados de arrieros y personajes famosos, cada uno tiene su historia. Vamos a editar una cartilla con la historia del guarniel”, comparte el representante de Corcarriel.
El nieto de Abraham considera que los relevos generacionales han permitido que esta tradición se empiece a olvidar, es consciente que se tiene que realizar un trabajo para la conservación, más porque “el carriel ha sido una de las prendas que identifica la antioqueñidad, lo nuestro, y que lo ha irradiado en el país y el mundo”, apunta.