“Soy antioqueño toda la vida y por Antioquia he de morir…y con los pases y con los goles, siempre el triunfo obtendré…y cuando seamos los campeones, ¡viva Antioquia gritaré!”. Bajo la lluvia y en uno de los costados de la cancha de Devens, Estados Unidos, los siete jugadores de la Selección Antioquia Sub 17 de Ultimate, daban este grito de batalla que hace parte de la Chaua, el himno de los deportistas antioqueños, antes de iniciar uno de los juegos más complicados del Boston Invite Tournament.

Provenientes de municipios como Anorí, Chigorodó, Necoclí, Briceño, Campamento, Turbo, Mutatá e Ituango, los jóvenes, en su mayoría de baja estatura, tenían enfrente a un equipo con mayor talla pero sobretodo de una gran tradición en este deporte creado en la Universidad de Amherst, a pocos kilómetros de allí.

Sin embargo,Germán Darío Restrepo, o “Cherman”, como le dicen, impulsó a sus demás compañeros a dejarlo todo en la cancha y demostrar porqué habían sido seleccionados entre más de 2800 practicantes de esta disciplina en todo el departamento.

El utimate, un juego que tiene como base el lanzamiento del frisbee – o disco volador-, ha sido la herramienta utilizada por la Secretaría de Gobierno de Antioquia durante los últimos tres años para proteger a centenares de jóvenes que estaban en riesgo del consumo de drogas, violencia intrafamiliar e incluso de ser reclutados por grupos ilegales.‘Cherman’ es uno de ello.

A su corta edad su vida no ha sido fácil; sus padres, Milton y Magdalena, son campesinos y por su condición económica decidieron vivir en el corregimiento La Granja, ubicado a tres horas del casco urbano de Ituango, mientras que la mayoría de sus ocho hermanos residen fuera del municipio.

Él, en cambio, vive en la cabacera de esta localidad del Norte antioqueño con su hermana de 15 años, quien está bajo su cuidado. Esto, sumado a las condiciones de su familia y la historia de violencia que afectó a esta población, lo llevaron a ser un joven hostil, solitario y agresivo.

“Cerca de mi casa estaba la plaza de vicio más grande Ituango, entonces siempre que salía a la calle los pelados estaban consumiendo droga. La violencia nos golpeó muy duro a todos, y aunque yo nunca me metí en nada malo, sí me había vuelto violento con mis amigos y mi familia”, relata Germán.

Pero iniciando 2013 su mejor amigo lo invitó a jugar ultimate y aunque al inicio no le encontraba sentido al deporte, cuando lanzó el disco por primera vez supo que había encontrado su lugar. Integró el equipo ‘The Wolves’, ha participado en torneos locales y nacionales y por su gran juego, fue seleccionado por la Cancillería de Colombia y la Gobernación de Antioquia para representar al país en el torneo internacional.

Hasta el último vuelo

‘La nube’ recibió el frisbee de uno sus compañeros tras recuperarlo en terreno propio, para luego lanzárselo a Miltón, quien corrió por banda derecha y al ver a ‘Cherman’ en buena posición, le tiró un largo. Aunque la fuerte tormenta de la noche anterior había cesado, los vientos continuaban en la zona provocando que el disco tomara mucho más vuelo de lo normal y saliera del campo. Sin embargo, Germán no paró de correr. Atrás de él venía un contrario, un universitario de origen oriental.

El disco cerró su curva y se alistaba para caer en zona de anotación y cuando sus compañeros ya daban por perdido el punto, Cherman superó en velocidad a su perseguidor, se lanzó sobre el campo mojado, estiró su brazo derecho y tomó el frisbee antes de que tocara la grama. ¡Gol!

De inmediato sus compañeros, incluso los que aguardaban en la banca de suplentes, ingresaron a la cancha para abrazarse y gritar nuevamente: “¡Antioquia, Antioquia, Antioquia”. De aquel partido no importó el marcador, incluso, asegura Cherman, que no lograron ganar ninguno de los siete compromisos disputados en el torneo, pero advierte que dejaron en claro que el espíritu combativo de los paisas no tiene límites.

“Antes yo jugaba fútbol, pero este es más agresivo y lo que importa es ganar por encima del que sea. En el ultimate importa más el juego, el trabajo en equipo, superar los obstáculo, pero siempre respetando al rival”, confesó el joven.

Con pequeñas diferencias marcadas por los territorios y el riesgo que se ven obligados afrontar en sus barrios y veredas, la historia de Cherman la repiten 2830 jóvenes en 45 municipios antioqueños. “Con el programa Entornos Protectores y el ultimate le hemos cambiado la vida a estos muchachos porque a través del deporte, la cultura y oportunidades, estamos evitando que se vean afectados por la violencia”, explicó Santiago Londoño Uribe, secretario de Gobierno de Antioquia.

Pero el juego de los 22 integrantes de la Selección Antioquia no paró allí. Además de codearse con los creadores del ultimate y de entrenar en el Central Park de Manhattan, conocieron lugares emblemáticos como la Estatua de la Libertad y el recinto de Naciones Unidas. Y aunque allí se reúnen los mandatarios más poderosos del mundo, Germán no duda un segundo para asegurar que se siente más nervios al ingresar a un terreno de juego y disputar la posesión del disco.

Ahora el sueño de Cherman es graduarse en diciembre como bachiller e iniciar sus estudios universitarios en trabajo social, para así replicar lo que los “agentes locales de prevención” hicieron con él. “Lo que más quiero es salir adelante y que mis papás me digan que se sienten orgullosos, que a pesar de las dificultades poder decirle a todas esas personas que no creían en mí, que sí pude y no me dejé llevar por los malos ejemplos”.

Mientras eso pasa, cada semana entrena con sus demás compañeros en la cancha municipal de Ituango. Sabe que en cualquier momento será seleccionado nuevamente para representar a su país y hacer volar el frisbee y anotarle un nuevo gol a la violencia.

Alejandro Calle Cardona

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