Tras 20 años de lucha, vereda La María de Itagüí por fin tiene agua potable


Ciudad Sur

Ciudad / agosto 20, 2020

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La comunidad había interpuesto una acción de tutela hace cinco años para reclamar su derecho a agua potable. El sueño se hizo realidad hoy cuando la Alcaldía de Itagüí entregó el sistema de acueducto.

AGOSTO 20| 2020

Más de 400 familias de la vereda La María de Itagüí tienen desde hoy acceso a agua potable, un servicio vital que les había sido esquivo desde hace más de 40 años, cuando llegaron los primeros pobladores.

Desde el 2015, año en que esta comunidad padeció una gran crisis de sequía, comenzó el proceso para hacer realidad este sueño, luego de que más de 420 habitantes interpusieran una acción de tutela clamando por el líquido vital.

Las nuevas redes y el tanque de 390 metros cúbicos que fue inaugurado este jueves 20 de agosto, permitirán abastecer de los servicios de acueducto y alcantarillado a esta vereda, a la que también llegaron nuevas obras complementarias como una placa polideportiva, 1.6 km de andenes y 38 sumideros para canalización de aguas lluvias sobre la vía principal.

“Estamos felices, esto es un cambio del cielo a la tierra. Fue una lucha de muchos años para lograr tener agua potable en nuestras casas y que la vereda no fuera olvidada como nos pasó tanto tiempo, porque por acá solo venían los políticos en campaña”, dijo Silvia Yepes, líder comunitaria de La María.

La Alcaldía de Itagüí invirtió 10 mil millones de pesos en el desarrollo de la obra. “Fue un proceso muy complejo porque la zona había sido declarada como de alto riesgo y eso impedía cualquier inversión de la Administración. La tutela fue la puerta de entrada y hoy estamos cumpliendo este sueño”, explicó el alcalde José Fernando Escobar.

El mandatario aseguró que la tutela ordenaba a la Alcaldía, a EPM y Corantioquia a suplir esta necesidad básica, pero fue la Administración Municipal la que realizó toda la inversión.

Ahora los habitantes ya cuentan con agua potable abriendo solo las canillas y atrás quedaron los días en los que tenían que recoger aguas lluvias o bajar hasta los tanques para abastecerse y subir la empinada loma con el líquido.