Sabaneta quiere su biblioteca ya
Yurleydy Quintana recuerda cuando iba casi a diario a la vieja y pequeña biblioteca de Sabaneta. Ahora pasa todos los días por la nueva estructura en Calle Larga de la mano de sus dos hijos y espera que pronto sea habilitada a la comunidad. La nueva biblioteca aunque será entregada en los próximos días, aún no se tiene claro qué funcionará allí ni cuándo los habitantes puedan disfrutar de ella.
La larga espera parece haberse acabado o por lo menos eso creen quienes ven cómo los obreros ultiman detalles de la “caja de madera” que se convertirá en la construcción pública más moderna del municipio. Son cerca de 10 mil metros cuadrados distribuidos en dos plantas de parqueaderos, cuatro de salas y un auditorio para 120 personas.
Su construcción sufrió varios rediseños y retrasos por cuenta de la falta de recursos que superaron los 19 mil millones de pesos aportados en su mayoría (12.700) por el Municipio a través de un crédito del Idea, así como del Área Metropolitana (2.400) y finalmente la Gobernación de Antioquia (4.000). Aunque se había anunciado que la biblioteca sería entregada en marzo, se espera que los trabajos terminen esta semana. “Quedan pendientes solo unos detalles, pero ya está todo listo”, explicó el secretario de Obras Públicas Julián Grajales.
Sin embargo ahora la gran duda es qué funcionará allí, puesto que aunque fue concebida como un centro cultural, la Alcaldía de Sabaneta aún no define su destinación. Las razones: la falta de recursos para la dotación de los espacios como sala de libros, sala de internet y sala de lectura infantil, entre otros.
Pero además, una de las opciones que se contemplan es la utilización de algunos de los espacios, incluso de una planta de parqueaderos, para oficinas de algunas dependencias de la administración municipal como la Secretaría de Educación. “Estamos ya a punto de iniciar el proceso de diseños de la nueva sede de la Alcaldía en el lote contiguo a la biblioteca y a la secretaría de movilidad, pero este espacio podría ser utilizado para trasladar algunas dependencias y brindar una mejor atención. Pero nada está claro aún”, explicó Grajales.
Yurleydy pasa cerca de la biblioteca y la mira de reojo, mientras que su pequeño hijo Matías la señala, quizá advirtiendo que ya está casi lista. “Ojalá la abran rápido porque nos dijeron que iba a tener salas de internet y de lectura para los niños, y ambos espacios son muy necesarios acá en el municipio. También nos dijeron que iba a tener un centro de salud pero no sabemos si es cierto”, cuenta la mujer.
Ella sonríe al recordar que mientras fue estudiante hacía sus tareas en la vieja biblioteca Juan Carlos Montoya Montoya donde en un pequeño espacio de 150 metros, permanecen más de 10 mil libros distribuidos en pequeñas estructuras de hierro a lo largo de cuatro estrechos pasillos. “Allí no era fácil perderse, pero tampoco lo era encontrar un lugar para leer o consultar la información. Ahora a mis hijos les toca la nueva”, dice.
Y es que los estudiantes son los más contentos, por lo que piden que sí se cumpla la promesa de una gran biblioteca y salas para la educación y la cultura. “Cuando nos contaron que iban a construir una nueva biblioteca nos pusimos contentos porque es un excelente espacio para los jóvenes, porque no todos tenemos las mismas posibilidades y herramientas como el internet. Ojalá todo se convierta en realidad y no se quede en promesas”, pidió Nicolás, estudiantes de la I. E. Rafael J. Mejía.
Por ahora los obreros dan los últimos brochazos de pintura y limpian el polvo que dejaron más de dos años de trabajos. La vigilante permanece atenta para que nadie acceda al edificio sin autorización y los transeúntes alzan su mirada ante la imponente estructura a la espera que sea dotada para poder disfrutarla lo más pronto posible.
Alejandro Calle Cardona
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