Con motivo de la Feria de las Flores, un club gallístico de Medellín convocó un torneo internacional en Itagüí que ha despertado de nuevo el debate entre quienes consideran esta actividad una expresión cultural y entre quienes lo ven como maltrato animal.

 PUBLICADO 5 DE AGOSTO 2021

Con el paso de los años, los cuestionamientos hacia actividades como las corridas de toros o las peleas de gallos se han vuelto cada vez más frecuentes, y es que, a pesar de que estas prácticas se realizaron en total libertad durante siglos, el auge de movimientos animalistas y sociedades protectoras de animales en la segunda mitad del siglo XX comenzó a cambiar la mirada hacia estas prácticas que, en América, son herencia del colonialismo.

Aunque en muchos países ya se han eliminado muchas de estas actividades, en Colombia la disputa no llega a su punto final por sectores de la sociedad que se resisten a abandonar las plazas de toros y las galleras, avivando así el largo debate entre una supuesta expresión cultural de identidad histórica y el maltrato y crueldad animal.

Pelea de gallos internacional en Itagüí

Recientemente el tema volvió a ponerse sobre la mesa ante el anuncio del Club Gallístico de Medellín de un torneo internacional de pelea de gallos en Itagüí con motivo de la Feria de las Flores para los días 4, 5 y 6 de agosto. En este evento, que ya está puesto en marcha, representantes de Colombia, México, Panamá, Puerto Rico, Perú, Ecuador, Aruba, Venezuela y República Dominicana se disputan 130 millones de pesos en premios a costa de ataques entre los gallos que son criados y entrenados con la única finalidad de ponerlos a combatir.

“Debido a publicaciones en redes sociales y a llamados de la misma comunidad, mostramos nuestra preocupación en torno a un evento gallístico internacional en la ciudad (…) por más que pueda hacerse legalmente, este municipio no ha tenido ningún tipo de tradición como esta, por eso nos declaramos en contra de que se realice ese evento, creemos que no se debe permitir”, declaró Andrés Caro, concejal de Itagüí.

En Colombia, en el 2017 una sentencia prohibió la tauromaquia, las peleas de gallos, las becerradas y novilladas, argumentando que los animales son seres sintientes y, en consecuencia, estas recreaciones representan maltrato para ellos. Sin embargo, la Corte Constitucional declaró esta sentencia como inconstitucional, advirtiendo que estas actividades eran una expresión de arraigo cultural en el país, por lo que no era posible prohibirlas.

A pesar de la negativa de la Corte hacia quienes esperaban la prohibición de estas actividades, la entidad judicial aclaró que dichas prácticas solo podrán realizarse en aquellos municipios donde sean tradicionales, y que en los lugares donde nunca se han realizado, no podrán llevarse a cabo.

Por su parte, en Antioquia, en el 2020 fue aprobada por la Asamblea Departamental una ordenanza que prohíbe la utilización de elementos que laceren, corten, mutilen, hieran, quemen, lastimen o den muerte a los animales en las peleas de gallos.

Ante los cuestionamientos sobre la realización del evento internacional en el municipio del sur del Valle de Aburrá, la administración municipal anunció que están haciendo los controles y supervisión correspondiente para que el torneo se dé dentro de los términos legales, también aclararon que el evento cuenta con los respectivos certificados de cámara de comercio, sanidad y uso de suelo, que permiten su realización.

“Esta actividad económica de los gallos, las apuestas, del consumo de licor, no es nueva, viene de tiempo atrás. Los controles que aplicamos son hacer que se cumpla la ordenanza del gobernador de Antioquia donde se deben cumplir unos requisitos básicos para que los animalitos no sufran agresiones adicionales. Pero la Corte Constitucional lo tiene como una expresión cultural y nosotros estamos entre la espada y la pared, porque si protegemos a unos, vulneramos a otros, entonces lo que podemos hacer es cumplir las ordenanzas del gobernador para que haya unos lineamientos básicos”, afirmó Diego Torres, secretario de Gobierno de Itagüí.

A pesar de las medidas tomadas para mitigar el maltrato en este tipo de eventos, es una preocupación para los sectores protectores de animales las peleas de gallos clandestinas en el municipio, donde no hay ninguna clase de controles. Ante esto, el mandatario declaró que ya se han tomado medidas.

“En el territorio ya hemos cerrado dos establecimientos de peleas de gallos que se han presentado de manera clandestina en el sector de El Corregimiento en la vereda Los Gómez, precisamente porque no tenían ningún tipo de permiso para realizar esa actividad según la ley”, puntualizó el secretario de Gobierno, Diego Torres.

La posición de los defensores de animales

Pese a los proyectos legales que han surgido para aplacar estas actividades, muchos animalistas, activistas, miembros de administraciones políticas y personas de la comunidad, siguen condenando estas prácticas en su totalidad al tildarlas como actos de maltrato. Por eso, continúan haciendo llamados para la creación de políticas públicas que favorezcan el bienestar animal.

“Nuestro llamado es a que la administración municipal tenga una política pública que vele por el bienestar y protección animal. Además, hacer una claridad de que la misma ordenanza a la que ellos hacen referencia, está basada en la Sentencia C-889 de 2012, en la cual se busca desincentivar este tipo de espectáculos en los que se maltrate o se cause muerte a los animales”, indicó Andrés Caro, concejal de Itagüí.

Finalmente, mientras afuera persiste este debate y se escucha el rechazo de quienes no están de acuerdo con la realización del evento, en algún lugar frente al comando de la Policía de Itagüí, en un recinto, los gallos revolotean sus alas, saltan y se esquivan, mientras son obligados a combatir ante los ojos de quienes los entrenaron para pelear y los espectadores que apuestan a su costa por diversión.