El ave enfrentó 60 años de cautiverio y recientemente fue trasladada al Centro de Atención Veterinaria del Área Metropolitana luego de una incautación y recuperación. Tras la evaluación del equipo de profesionales se detectaron las consecuencias del cautiverio:

Patas deformadas e inflamadas por la falta de ramas para agarrase. Con ausencia de dos de sus garras. Incluso, una de sus patas con perdida de movilidad y para desplazarse el uso de su pico como si fuera una muleta.

Además, en su vientre, se le detecto una masa, posiblemente un lipoma, resultado de los excesos de grasa en la alimentación. Los veterinarios explicaron que la dieta inadecuada también generó signos en su plumaje, opaco y grasoso.

Esas aves pueden vivir hasta 80 años. Según el Área Metropolitana, durante este año han ingresado 180 loras fretiamarillas al CAVR, el 56% a causa de la tenencia y el tráfico ilegal de fauna silvestre.

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