Estudiantes, docentes y el resto de las comunidades educativas de las instituciones Normal Superior y José Miguel de la Calle llevan un año recibiendo clases en colegios “prestados” y sus sedes, que fueron demolidas y que están en proceso de construcción aún no están listas.

De acuerdo con la secretaría de Obras Públicas de Envigado, los retrasos de deben a que la remoción de escombros después de la demolición generó cambios en las condiciones de suelo, por lo tanto, tuvieron que hacer nuevos estudios y ajustar y rediseñar estructuralmente las fundaciones de ambas edificaciones.

El proceso no solo implicó cambios en las licencias de construcción sino también en los presupuestos: cerca de 800 millones más para José Miguel de la Calle y alrededor de 1.800 millones más para la Normal Superior.

A la fecha, asegura la Alcaldía, se superaron aspectos como la adecuación del terreno y ajustes a la cimentación de ambas instalaciones, sin embargo, respecto a las obras, “no se tiene una fecha precisa para el inicio de las mismas”, que, además, están a cargo del Fondo de Financiamiento de la Infraestructura educativa del ministerio de Educación.

Envigado ratificó que los recursos que destinó el municipio para la construcción de estos colegios están salvaguardados en una fiducia a cargo del Fondo y no podrán cambiar de destinación ni total ni parcialmente. Pero mientras las obras no avancen, estudiantes, docentes, directivos y padres de familia tendrán que seguir esperando por las sedes que, les prometieron, estarían listas en el primer semestre de este año.