Más de 57 mil excombatientes han pasado por el programa de reintegración


Alejandro Calle Cardona

Derechos humanos / marzo 6, 2016

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Hace 13 años se implementa en Colombia la política de reintegración con la que se busca impulsar el retorno de la población desmovilizada a la legalidad de forma sostenible.  Estrategias de Paz habló con Lucas Uribe, director programático de la Agencia Colombiana para la Reintegración, quien explicó los resultados de esta estrategia.

El Director afirma que la reincidencia en el proceso de reintegración es mayor al 20 por ciento. En cambio la reincidencia de un pospenado es de aproximadamente el 70 por ciento, no solo en Colombia sino también casi toda América Latina. “Entonces tenemos un proceso que cuesta mucho menos  y que tiene unos resultados más poderosos, únicamente hablando de reincidencia. Pero uno lo podría ver en términos sociales también, las personas en proceso de reintegración hoy más del 40 por ciento está trabajando en la legalidad”.

Uribe asegura que generalmente estas personas llegan con muchas dificultades a nivel académico, pero que luego del proceso,  hoy se puede decir que más del 80 por ciento de esa población ha sido alfabetizada,  y que más de 20 mil han recibido algún tipo de formación para el trabajo, lo que quiere decir que la mayoría son colombianos que luego de estar en un grupo armado, están contribuyendo al desarrollo del país.

 Reintegración en cifras:

“Es fundamental que la gente sepa que la reintegración ya es una realidad. Solamente desde el 2003 a la fecha, estamos hablando de más de 57 mil excombatientes, de ellos 35 mil aproximadamente son de las autodefensas, pero ya hay más de 17 mil de las FARC que están en proceso de reintegración y más de 4 mil del ELN que están en la sociedad, son nuestros vecinos, probablemente trabajan con nosotros”, declara Lucas Uribe.

Esto ha provocado que gobiernos como Filipinas, El Congo y el sur de Corea hayan llegado a Colombia para estudiar nuestro modelo para ver cómo podemos hacer intercambios técnicos. “Para hablar de algunas cifras: una persona en proceso de reintegración le cuesta al país aproximadamente seis millones de pesos al año, y una persona en otro proceso de resocialización como las cárceles, le cuesta 17 millones de pesos al año”.

 

Pero, ¿Qué tan comprometidos están los empresarios del país con el proceso de reintegración?

Desde la Agencia Colombiana Para la Reintegracióninsisten en quela estigmatización sigue siendo uno de los grandes retos que tiene que enfrentar el país a la hora de hacer un proceso de reintegración. Encuestas recientes revelan que 7 de cada 10 empresarios dicen  que no contratarían a un excombatiente.

Datos del 2013 del Observatorio Democracia de la Universidad de los Andes, indican que  al preguntarles a los colombianos si están a favor de un proceso de paz, claramente la respuesta es sí, pero cuando se interrogó si estarían dispuestos a tener a un excombatiente como vecino la respuesta fue no.

“Entonces hay una disyuntiva bien interesante, todos queremos construir Paz pero a la hora de entender los sacrificios que implica, es un poco más complejo. Y ese es precisamente el gran reto, cómo rompemos la estigmatización y humanizamos este asunto, cómo empezamos a entender que Colombia, un país que lleva tantos años en guerra, no se puede simplemente dividir en buenos y malos, hay que entender nuestra historia para poder construir el futuro que queremos”.

Sobre qué tan preparados estamos los colombianos  para recibir a los guerrilleros de las FARC ante un posible desarme y firma del acuerdo, desde la Agencia para la Reintegración señalan que institucionalmente se está preparado gracias a que Colombia hoy tiene un mecanismo y un proceso de reintegración maduro, con muchos años de experiencia.

Antioquia y Medellín, ejemplos para el posacuerdo

Así lo expresa el director programático de la Agencia Colombiana para la Reintegración: “En Antioquia hemos sido pioneros en muchas cosas, de hecho hoy el programa de reintegración que tiene el Gobierno Nacional ha aprendido mucho de lo que hizo Medellín en 2003, porque fue la primera ciudad que tuvo que recibir un bloque paramilitar entero que se desmovilizó, el Cacique Nutibara”.

Finalmente, el funcionario manifestó que no se puede perder esta oportunidad  y que hay que empezar a hacer público todos estos procesos que ha vivido Colombia: “Aquí se viene construyendo un país de posconflicto en medio del conflicto, el país tiene instituciones que en otras naciones se crean después de la guerra, Colombia tiene Unidad para las Víctimas, el Centro de Memoria Histórica, la Unidad de Restitución de Tierras, el programa para la reintegración, y desde hace años funcionando. Hay que ponerle rostro al asunto, si algo nos ha enseñado este proceso es que eso humaniza. Estoy seguro que en la medida en que la gente empiece a ponerle rostro, empieza a participar”, concluye.  

 Por: Estrategias de Paz

@Estrategiadepaz