Itagüí no sale de su asombro, no hay respuesta a la pregunta del por qué. De por qué un joven que caminaba con su perro, termina siendo atacado y asesinado por un hombre en situación de calle.

De por qué, una vez más, la vida parece no tener valor y puede esfumarse en cualquier momento.

Anoche decenas de personas se reunieron sin importar si eran amigos, vecinos o no conocían a Esteban. Porque él pudo ser cualquiera de nosotros, de nuestros hijos, de nuestros hermanos, de nuestros padres.

Todos colmaron el parque principal y encendieron una luz, pidiendo que su muerte no quedara impune y se tomen medidas para evitar casos similares.