Envigado, cuna de campeones


Alejandro Calle Cardona

Deportes / junio 28, 2014

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No es gratuito que por las canchas de arena de la Escuela de Interés Social de Envigado, hayan pasado  jugadores como Juan Fernando Quintero, James Rodríguez y Mauricio Molina; ni que por las divisiones inferiores del Envigado F.C, además de estos, Dorlan Pabón, Freddy Guarín, Giovanni Moreno, entre otros 70 jugadores que han salido de esta verdadera cantera de campeones.

 

“Miguel pase la pelota”, “recupere el balón rápido”, “¡¡Golazo!! Miguel, así es”, se escucha gritar a Carlos Sánchez, “pelotas”, uno de los profesores durante uno de los entrenamientos a quien para él, es una de las promesas de la escuela. “Ese muchacho tiene todo para ser un gran jugador”, asegura “pelotas”, quien recuerda con alegría la disciplina de James y Quintero, “por eso es que están donde están”.

El sueño de Miguel es jugar en Atlético Nacional y luego en el Barcelona junto a Messi, a quien considera como su ídolo pero que asegura superará. Este tal vez es el sueño de por lo menos 500 niños que hacen parte de este proyecto fundado en febrero de 1981 por Rovelio Gómez Ochoa.

En ese entonces la escuela se llamaba “Los Paisitas” y en 1986 pasó a ser la Escuela de Fútbol de Envigado. En 1992 el alcalde de turno apoyó el proyecto y un año después nació la Escuela de Interés Social de Envigado, en la que los niños solo cancelan 50 mil pesos durante el año, obteniendo además como beneficio la atención médica, sicológica, nutricionista, uniformes, entre otras.

“El éxito de esta escuela es que asumimos el fútbol como un proyecto de alto impacto social y no como un negocio como pasa con otras escuelas. Incluso creemos que somos la escuela más grande del país y la más importante a la hora de formar grandes jugadores”, aseguró Gómez, director de la escuela y quien para igual que Carlos, la mayor satisfacción de su trabajo es al ver cómo los niños que vieron crecer triunfan en grandes equipos del mundo, “pero lo más importante, como personas”, asegura.

Miguel sigue acariciando con su pierna izquierda al balón, escoltado por algunos  ídolos del Envigado F.C y por la atenta mirada de su madre Mónica Gil, quien lo respalda en su aspiración. A Miguel no le importa levantarse a las 5:00 de la mañana, viajar desde el barrio Buenos Aires, en Medellín, para cumplir con su entrenamiento en Envigado, salir de allí hacia su colegio y cumplir con sus deberes.

La meta es clara para este niño de 8 años: “Me voy a ganar el Balón de Oro y voy a ser mejor que Messi”, advierte sin sonrojarse.

 

Alejandro Calle Cardona

periodicociudadsur@gmail.com