El rugido del león de San Pío


Alejandro Calle Cardona

Deportes / diciembre 22, 2017

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Jeison Medina nació detrás de un balón y su mamá siempre estuvo detrás del niño que perseguía ese balón. Primero fue un juego, y después un compromiso que adquirió con toda la seriedad. Empezó en diferentes escuelas de fútbol en Itagüí. “Estuve en la escuela San Pío, el profe Javier Arango me llevó a unas pruebas a Nacional en las que quedé seleccionado y jugué con ellos Ponyfútbol y por tres años más en divisiones menores”, cuenta Medina, mientras camina la cancha del estadio Ditaires.

POR DIEGO SANDOVAL

Pero jugar no sólo fue esfuerzo físico, también hubo muchos sacrificios económicos de sus padres. Su madre María Eugenia Escobar estuvo a su lado en todas las canchas, “desde los seis años lo sigo, ha sido muy duro porque económicamente fue complicado, nosotros íbamos caminando a verlo jugar”, recuerda la mujer que no pudo contener las lágrimas cuando vio su hijo coronarse campeón y lograr su sueño.

También hubo otros sacrificios, cuando estuvo con las divisiones menores del “verde”. “Me tocó cambiarlo de colegio tres veces, la primaria y el bachillerato lo hizo en tres instituciones diferentes por los cambios de jornada de entrenamiento”. Jeison, que juega ahora a ser un hombre de familia, reconoce todo lo que ha hecho su madre por él en su carrera.  Entrenaban en la mañana o en la tarde, entonces siempre había líos, pero su  madre luchó contra todo eso.

A los 15 años Jeison vio el primer revés, en Atlético Nacional no quisieron contar más con sus servicios. Pero no se quedó en la tristeza, empezó el rebusque, a jugar en diferentes equipos, en Comfenalco con el profesor Alex Hernández, con Hugo Castaño en La Mazzia y hace dos años jugó el Torneo Sub 23 y Liga Antioqueña con Ditaires. Salió goleador en el Sub23. Era una máquina de hacer goles.

Y en Ditaires le llegó una gran oportunidad, Jeison y cinco compañeros fueron seleccionados para probarse con el nuevo equipo profesional que llegó a su ciudad, Itagüí Leones, que militaba en el torneo de ascenso. Allí se dio cuenta que su sueño, era el de otros tantos más: “cuando llegamos el 5 de enero a probarnos vimos que eran como 400 o 500 pela’os que se estaban presentando. Quedamos sorprendidos y hasta con la moral bajita, pero empezamos a jugar los partidos en pretemporada, me iba bien y anoté goles”.

Juan Carlos Álvarez, técnico de Leones recuerda esos días en los que Jeison se empezó a probar, “cuando él llegó tomamos una decisión maluca, porque el goleador del club era Fredy González, Jeison venía de ser el segundo goleador en la Liga, los pusimos a pelear en franca lid y a pulso le ganó”. Medina, en ese paso a paso inicial lo dio todo, en la pretemporada jugaron ante Medellín y Nacional, le fue tan bien que el profe Juan Carlos le dio la oportunidad.

Sueño cumplido

Luego llegó el debut, en casa, ante Valledupar, derrota y sin goles anotados. Así fue también ante Universitario en Popayán, derrota por dos a cero. Luego llegaron un empate y una victoria pero Jeison no anotaba, hasta la quinta fecha de locales ante Quindío. Con el número 27 en la espalda quería marcar goles con la camiseta de su equipo, de su municipio, pero en grande, ante los cuyabros anotó doblete. “El inicio fue difícil, pero el profe me mantuvo la confianza.  Marqué de cabeza de tiro de esquina y lo celebré a rabiar. Estaba en Itagüí, con mi familia, con mis amigos del barrio, yo soy de acá, es como un sueño cumplido”.

El sueño de vestir la camiseta de su equipo había empezado en 2016, cuando el equipo en la final ante Pereira solo alcanzó un empate en el último minuto y no les dio para el ascenso, Jeison estaba en la tribuna de Ditaries. “Estaba junto a mi familia y mi novia, y le decía a ella que yo soñaba con jugar ahí y ahora estoy viviendo esta oportunidad. Es un sueño hecho realidad haber llegado a Leones y no me imaginé que el primer año que iba a jugar ascenderíamos y sería el goleador”.

Y es que su sentido de pertenencia es grande, saltar al terreno de juego con el escudo de su municipio en el pecho le obliga a dar más del ciento por ciento en cada jugada, en cada centro, en cada corrida, en cada golpe al balón. “Ser de Itagüí y jugar acá es una responsabilidad. Representé al municipio en Juegos Departamentales e Intermunicipales y ganamos tres veces. Siento mucho este municipio, esta camisa porque me han colaborado mucho, el alcalde y todos”, afirma Medina.

Hablar con Jeison es ver un joven muy bien ubicado en la vida, un hombre que con 22 años sabe lo que ha luchado para estar donde está y que aún quiere mucho más. El goleador de San Pío está cumpliendo su sueño, por el que ha trabajado. Pero es solo egoísta cuando está al frente del arco, por fuera de las canchas ya tiene una escuela de fútbol en su barrio “empezamos hace un año. La profe Sandra Zapata tenía una escuelita para los niños y me dio la oportunidad de ir a entrenarlos. Ahora San Pío F.C tiene 80 niños, obviamente espero  que uno de ellos llegué a ser profesional, pero primero quiero que sean personas, seguirlos apoyarlos, darles uniformes y que la escuela esté mejor”.

Su mamá está orgullosa, atrás, como un recuerdo quedaron los sacrificios, hoy se ven los frutos, las satisfacciones, las lágrimas brotan por cada gol. Cada día que hay partido viste la camiseta y se pasea por el barrio con ella, aunque le da más gusto salir con su hijo, “ya todos lo conocen, uno sale con él y lo paran a saludar a felicitarlo. Él es un ejemplo para los niños de su escuela”.

“Jeison es fuerte en el duelo, sabe definir con derecha e izquierda, tiene buen juego aéreo”, así describe Juan Carlos Álvarez al delantero que le regaló 18 goles en el año. Y esas características y esos números lo hacen muy preciado para muchos clubes del país, aunque él tiene un sueño que quiere cumplir: “Siempre hay equipos interesados pero el sueño latente es jugar con el equipo que ascendí, creo que sería bonito jugar contra Nacional y Medellín, y hacerlo con la camiseta de Leones”.