Débora Arango: 2.000 documentos para recordar su vida y obra
Una carta de Débora al Presidente de la República, en agradecimiento por la Cruz de Boyacá que recibió en 1997; dibujos que los niños le obsequiaron a la artista, luego de visitar alguna de sus obras; fotografías, recortes de prensa, entre otros documentos, revelan lo más íntimo de la vida de quizá la pintora más rebelde de la historia del arte colombiano.
A la Sala de Patrimonio Documental de la Universidad Eafit llegaron seis cajas que contienen más de 2 mil documentos sobre la vida privada de la pintora antioqueña Débora Arango. El público no tendrá restricción para el acceso y cualquier persona podrá conocer de cerca una de esta mujer que pasó sus últimos años en una vieja casona de Envigado y donde produjo sus principales obras.
Cuando Débora Arango reflejó en sus pinturas a la gente más vulnerable de la sociedad y criticó la corrupción de la iglesia católica, el ejército, la policía y el gobierno con pinceladas gruesas y colores intensos, fue censurada. Eran los años 40 y su obra era percibida como corrupta, desvergonzada, pornográfica y vulgar.
Aun así, los temas políticos y sociales siguieron recurrentes en sus acuarelas y su empeño por retratar realidades se mantuvo. Hoy, 10 años después de su muerte, el país sigue reconociendo su talento y se enorgullece de aquella mujer que vio y pintó la cotidianidad de otras mujeres en tiempo aún más machistas que el nuestro.
Débora Arango fue la primera mujer colombiana en pintar desnudos, lo que generó polémica en una sociedad conservadora, aunque tal vez no tanto como sus retratos de políticos con forma de animales, tal y como el del general golpista Gustavo Rojas Pinilla presidiendo un coro de sapos en “La salida de Laureano”, obra que fue premiada por la Secretaría de Educación y Cultura de Antioquia a las Artes y Letras como reconocimiento a su aporte cultural.
Entre sus obras más destacadas se rescata el mural de la Compañía Colombiana de Empaques en Medellín titulado “Alegoría a los cultivadores de fique” (1947) y el cual se encuentra actualmente en las oficinas de almacenes Éxito. También destacan sus obras relacionadas con los hechos ocurridos el 9 de abril de 1948, conocidos como el Bogotazo, y con la caída del presidente de la república Laureano Gómez.
Tuvo dos hermanos médicos y una hermana escritora, quien le servía en ocasiones como modelo. En su obra se refleja la cotidianidad sobre la vida de prostitutas, obreros, monjas, mujeres relegadas, dolor, maltrato y situación política de la ciudad. Estudió en Inglaterra, Francia y Austria. La técnica que utilizó en sus pinturas fue la acuarela. Perteneció a la Escuela de Bellas Artes y fue alumna de Pedro Nel Gómez.
Actualmente el MAMM es el espacio del país que reúne la mayoría de obras de la pintora Débora Arango, las cuales fueron donadas por ella en el año 1986 y ahora sus documentos privados se pueden consultar en Eafit. Es muy valioso que la ciudad cuente con estos espacios en donde se pueda encontrar y consultar la obra de mujeres como Débora, una artista que se atrevió a hacer ruptura en una época tradicional y que logró mostrar una visión de la mujer desde el sentimiento y la sensibilidad, planteando otras miradas al momento de hacer arte y siendo capaz de imponerse a una sociedad machista.
Rosa María Pérez Rivas
Fotos: Carolina Yepes
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