Condenada al maltrato: las graves consecuencia a una tortuga que estuvo 30 años en cautiverio
En condiciones deplorables fue recibida en el Centro de Atención y Evaluación de Fauna Silvestre del Área Metropolitana una tortuga morrocoy que permaneció en cautiverio durante más de 30 años. Sus tenedores la tomaron como una mascota.
Según el informe de valoración, el animal presentó pérdida de pigmentación en la piel, reducción del tono muscular, graves afectaciones óseas e incluso una fractura en el fémur que le dificultaba su movilidad.
Además, como si fuera poco, también tenía una condición corporal extremadamente baja por problemas de alimentación y una enfermedad metabólica ósea asociada a la pérdida de calcio.
Desde la entidad ambiental explicaron que aunque el animal fue entregado de manera voluntaria, pero ya es muy poco lo que se podrá hacer por su rehabilitación, por lo que jamás, podrá recuperar sus habilidades silvestres.
Como este, son muchos los casos que se han registrado en el último año: por ejemplo, a la fecha, se contabilizan más de 1900 entregas de tortugas en condiciones muy parecidas.
Por esta razón, desde el Área Metropolitana reiteran el llamado a no comprar, mantener ni comercializar fauna silvestre, pues esta práctica afecta la salud y bienestar de los animales y pone en riesgo los ecosistemas.
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