Para sacar la mejor nota en su colegio en Caldas, decidió sembrar suculentas en madera de troncos caídos y en botellas plásticas decoradas con cabuya. Desde el inicio del proyecto tuvo la intención de hacer algo sostenible que le generara ganancias reales y lo consiguió. Esta es su historia.

PUBLICADO 25 DE JUNIO 2021

El curso de emprendimiento que recibió Jacob a los seis años en la escuela María Auxiliadora de Caldas, fue literalmente la semilla para un proyecto que tiene mucho de siembra y sostenibilidad.

Para obtener los troncos se va de caminada con su papá al campo, si ve algún árbol caído espera a que el viento sople sobre él, si esto ocurre, Jacob lo toma como el signo de que la naturaleza le ha dado permiso para usar algo que le pertenece. En esos troncos deposita tierra mezclada con compostaje que él mismo hace con cáscaras de fruta.

También siembra en botellas de plástico que adorna con cabuya. Hasta ahora ha vendido más de trecientas y dice que a eso se quiere dedicar cuando sea grande: a comerciar suculentas sostenibles.

El Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha sido impulsador del emprendimiento de Jacobo. Muchos materiales que utilizó durante el último año del proyecto, le fueron entregados en el contexto de este espacio de impulso a la sostenibilidad en los municipios.