600 faroles se elevaron en Itagüí en memoria de los líderes asesinados
Lizardo Antonio Hernández, 24 de marzo de 2018. José Enrique Monsalve, 28 de septiembre de 2018. María Magdalena Cruz, 30 de marzo de 2018. Luis Neider Prado, 7 de diciembre de 2018. Solo cuatro nombres de los 164 líderes sociales asesinados en el país durante este año y con los cuales fueron nombrados algunos de los 600 faroles que invadieron el cielo de Itagüí el pasado 15 de diciembre.
La cifra de líderes asesinados desde el primero de enero de 2016 ya asciende a 423; la tragedia y exterminio continúa, mientras el Gobierno Nacional parece no saber cómo evitarlo. Quienes más han muerto, hasta ahora, son líderes campesinos, ambientalistas y comunales. Les siguen líderes indígenas y del Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de uso Ilícito.
Cauca y Antioquia son las regiones más afectadas y por eso en un rincón de Itagüí, en lo más alto de la montaña del corregimiento El Manzanillo, centenares de habitantes se reunieron para rendir un homenaje a quienes murieron a mano de los grupos armados por cuenta de su liderazgo social.
Se trató de la “Noche Mágica” de la Fundación El Hormiguero, que desde hace seis años trabaja en esta zona que también sufrió los embates de la violencia de grupos delincuenciales y que vio cómo decenas de jóvenes perdieron la vida por las fronteras invisibles y la lucha por el microtráfico.
Desde hace cuatro meses, cada martes, los voluntarios de El Hormiguero se reunían para armar los faroles gigantes, una especie de globo ecológico y que no provoca incendios gracias a su sistema de mecha de combustión rápida, la cual se consume en poco tiempo de elevarse. El farol siempre caerá apagado.
“Esta noche queremos rendirle un homenaje a sus líderes asesinados en el país. Es una forma de decirle a ellos que no los olvidamos y una forma de gritarle a Colombia que no queremos más violencia, porque nosotros también la sufrimos. Es hora de construir entre todos una sociedad pacífica”, dijo Daniel Bustamante a los más de mil asistentes y que llegaron de todos los barrios de Itagüí y municipios vecinos.
Tras una muestra cultural con agrupaciones de las veredas y de los talleres artísticos del “Hormi”, el momento de elevar los faroles llegó. Poco a poco las 600 luciérnagas blancas encendieron su fuego y una a una tomó vuelo desde El Manzanillo y rumbo hacia el sur en un espectáculo que se repite cada diciembre.