Un mundo para mujeres: las mecánicas de “Barrio triste”

Es un mundo de hombres. Brusco, sucio, agreste, gris. En este barrio de Medellín circulan y habitan a diario cerca de dos mil personas en talleres, empresas, tiendas y casas, como si se tratara de una gran empresa del sector automotriz, la más grande de la ciudad. Allí, un puñado de mujeres se codean con los mecánicos más viejos con sus brazos fuertes y engrasados, pero con su sonrisa siempre coqueta.